Introducción
El Mediterráneo, durante el siglo VI a. C., será punto de llegada de influencias orientales traídas por el conglomerado indoeuropeo, que hablan de la dualidad del ser humano, cuerpo y alma, afirmando la inmortalidad de ésta última en una vida posterior a la muerte. La vida en la tierra pasa a ser una corta parte del largo camino hasta la divinidad.
De todo ello nos hablan, alrededor de éste siglo, Laotse y Confucio, Buda, Zaratustra y el órfico Pitágoras. Este período se presenta bajo el dominio del gran Imperio Persa, formado tras la decadencia del asirio. En él, mucho más tolerante y con una clara visión y organización comercial, tendrán lugar la difusión del primer alfabeto, del cual derivarán todos los demás, la aparición y rápida difusión de las primeras monedas junto a la "intercionalización" de las primeras unidades de medidas. Por último, la irrupción, en sus postrimerías, de la democracia como régimen político que sustituirá a la tiranía.
En este siglo VI a. C., la antigua Grecia da el paso de la mitología olímpica a la religión órfica. Hay que situarlo en un contexto de llegada y difusión del hierro. Las numerosas transformaciones provocadas por la sedentarización y la organización jerárquica de la polis, precipitaron un cambio en la primitiva visión animista de las religiones aristocráticas más arcaicas. Orfeo aparece como reformador de la religión dionisíaca. Tras su descenso al inframundo, vuelve como profeta de una nueva doctrina arrancada a los misterios del Hades, en la que Apolo, dios de la razón y el intelecto, preside el culto sustituyendo a Dionisio. Las bacantes traicionadas, seguidoras de Dionisio, acabarán devorando al hereje.
El orfismo, que aparece en esta época, es una teogonía basada en el mito de Orfeo. Está ligado
a las tierras tracias y presenta muchas similitudes con las doctrinas zoroastrianas de los persas. Al igual que la reforma de Zaratustra, es una reacción a la religión olímpica- aristocrática anterior y se presenta como una reforma de los cultos a Dioniso. Se creía fundamentado y basado en los escritos del legendario poeta y músico Orfeo.
El orfismo, que aparece en esta época, es una teogonía basada en el mito de Orfeo. Está ligado
a las tierras tracias y presenta muchas similitudes con las doctrinas zoroastrianas de los persas. Al igual que la reforma de Zaratustra, es una reacción a la religión olímpica- aristocrática anterior y se presenta como una reforma de los cultos a Dioniso. Se creía fundamentado y basado en los escritos del legendario poeta y músico Orfeo.
Según los principios del orfismo, los seres humanos se esfuerzan por librarse del elemento titánico, o representación del mal, propio de su naturaleza, buscando preservar lo dionisíaco, parte divina,también presente en la naturaleza de su ser. El triunfo del elemento dionisíaco se puede conseguir siguiendo los ritos órficos de purificación y ascetismo. Tiene carácter de culto mistérico y por lo tanto místico. Sólo los iniciados en los secretos tendrán acceso a determinados rituales, que les permitirán alcanzar la vida eterna junto a la divinidad, al expiar su pecado original (la parte titánica). Su doctrina, la órfica, está basada en la vida en comunidad, persiguiendo la consecución del conocimiento. Para ello hay que seguir un camino de "pureza" (katharoi), respetando las reglas; vegetarianismo, nunca derramar sangre ni vestir tejidos animales, abstinencia sexual, humildad...y un compromiso muy rígido de no revelar los misterios a los no iniciados.
Pasajes poéticos fragmentarios, que incluían inscripciones en tablillas de oro encontradas en las sepulturas de los adeptos órficos desde el siglo VI a.C., indican que el orfismo se basaba en una cosmogonía centrada en el mito del dios Dionisos, el hijo de las divinidades Zeus y Perséfone.
Furiosos porque Zeus deseaba hacer a su hijo soberano del universo, los celosos titanes desmembraron y devoraron al joven dios. Atenea, diosa de la sabiduría, fue capaz de recuperar su sagrado corazón, que llevó a Zeus, quien se lo comió y dio nacimiento a un nuevo Dionisos. Zeus castigó después a los titanes destruyéndolos con su rayo, creando de sus cenizas la raza humana. Como consecuencia de ello, los seres humanos tienen una naturaleza dual: el cuerpo terrestre era la herencia de los titanes nacidos de la tierra; mientras que el alma derivaba de la divinidad de Dionisos, cuyos restos se mezclaron con los de los titanes.
El mito de Orfeo, hijo de una musa y un rey, algunos dicen que es hijo de Apolo, nos presenta a un héroe atípico. No es guerrero ni luchador, sus armas son la poesía y la música. Con el poder de la seducción que éstas le otorgan, emprende un viaje de ida y vuelta al Hades, de dónde regresa vencedor para contar a los hombres los secretos de las divinidades subterráneas. Aun así, será despedazado por las bacantes dionisiacas, en otras versiones por las mujeres del lugar. Su cabeza flotará cantando entre los ríos hasta la isla de Lesbos. Allí sucede su funeral y divinización. Su lira, el arma que había fabricado Hermes-Mercurio y que le entregó el mismo Apolo, fue "colgada", por Zeus, como constelación estelar.
Es un semidiós civilizador, muestra el orden y proporción en la belleza, la medida del tiempo y el establecimiento de la dualidad del bien y el mal, la existencia del alma humana contrapuesta a la cárcel del cuerpo, su salvación o condena según sus actos y un conjunto de ritos para iniciados en los misterios de su doctrina.
Es figura educadora que propone la sabiduría mística frente al mal. Es un arquetipo del educador que, una vez muerto, su cabeza decapitada, se convierte en oráculo para la humanidad.
Pitágoras, máxima figura jerárquica, de los denominados con posterioridad, "órfico-pitagóricos", será el “patriarca” de las primitivas comunidades órficas en occidente. Los llamados órficos, se van a constituir en sectas no jerarquizadas, dedicadas a la búsqueda de la verdad. Sus influencias atravesarán la historia desde la antigüedad hasta nuestros días.
Los pitagóricos asumieron la teogonía y ritos del orfismo. Sus estudios sobre geometría, música, aritmética y astronomía, constituyen un germen del "conocimiento" y son la base exacta de todo el "quadrivium" medieval. Autores cono Aecio atribuyen a Pitágoras la primera utilización de la palabra cosmos. Otros, la de las palabras filosofía y matemáticas. Los hay que lo identifican con Orfeo otorgándole la divinidad.
Investigó las relaciones matemáticas entre pesos, longitudes y ondas. Así sentó las bases de la armonía musical, atribuyéndosele la fijación de nuestra escala de doce semitonos, llegando a la conclusión de que todo está formado por el número. Con él nacerá la física al aplicar la abstracción matemática a las leyes de la naturaleza. Sus estudios sobre las frecuencias de las ondas mecánicas sonoras en las vibraciones de las cuerdas serán reflejo en toda la ciencia posterior.
No hay comentarios:
Publicar un comentario